domingo, 22 de mayo de 2011

No rechaces los sueños por ser sueños...

No rechaces los sueños por ser sueños.
Todos los sueños pueden
ser realidad, si el sueño no se acaba.
La realidad es un sueño. Si soñamos
que la piedra es la piedra, eso es la piedra.
Lo que corre en los ríos no es un agua,
es un soñar, el agua, cristalino.
La realidad disfraza
su propio sueño, y dice:
”Yo soy el sol, los cielos, el amor.”
Pero nunca se va, nunca se pasa,
si fingimos creer que es más que un sueño.
Y vivimos soñándola. Soñar
es el modo que el alma
tiene para que nunca se le escape
lo que se escaparía si dejamos
de soñar que es verdad lo que no existe.
Sólo muere
un amor que ha dejado de soñarse
hecho materia y que se busca en tierra.

                              Pedro Salinas

martes, 17 de mayo de 2011

En el día das Letras Galegas

Tristemente convivo coa túa ausencia
sobrevivo á distancia que nos nega
mentres bordeo a fronteira entre dous mundos
sen decidir cal deles pode darme
a calma que me esixo para amarte
sen sufrir pola túa indiferencia
a miña retirada preventiva
dunha batalla que xa sei perdida
resolto a non entrar xamais en ti
pero non á tortura de evitarte.

                                     Lois Pereiro

viernes, 13 de mayo de 2011

Sin frenar en las curvas





















Sin frenar en las curvas,
siendo franco con uno mismo,
manteniendo la misma velocidad
que describía tu trayectoria
cuando aún era visible el camino
y observabas tu futuro más cercano, predecible,
cómo se acercaba, abriéndose
para ti a cada paso, obligando al horizonte
a pensarse en expansión, un ser en movimiento
o una frecuencia
que dejó el dibujo de tu latido
e hizo del tiempo
tu propio instinto
de supervivencia;

…y en el preciso instante
en que comenzábamos
frenéticos a tomar la curva
tú me preguntaste
por la posición del sol,
“ya sé lo que insinúas”, te contesté,
hice los ajustes necesarios al cinturón
y te diste cuenta que ya era tarde
para intentar reconocer
las sombras de las formas.

                                    Juan Behekoa