miércoles, 19 de octubre de 2011

Dejarse de palabras

Dejarse de pautas, de tiempos,
d’espectáculos vacíos…; dejarse
de tantas –incontables- conversaciones.
Dejarse de inequívocos que no son
ni los suficientes,
ni los adecuados,
y sólo traen –no pocas- equivocaciones.

Cesar de sustancia…
y comenzar a tender puentes
entre los cuerpos tan llenos de mi ausencia.

Adoptar una pose, un’actitud
de desidia.
Confundirse uno mismo con las mareas
hasta el punto
de ser un único movimiento
a la deriva;
y no sucederte distinto
a los meses y las semanas
que le quitan horas de luz al otoño

Pensarse un poco menos muy
poco a poco.
Llegar, incluso, a momentos
en que no te piensas si no es
como referencia.

Dejarse de todo
sin tomar nada a cambio,
pero dejarse: no más síntomas
con teorema, no más ensayos,
no más explicaciones
para los latidos
d’este diagrama.

Dejarse de pasados, dejarse de destinos.
Dejarse de palabras.

Juan Behekoa

domingo, 16 de octubre de 2011

Cosas que no tendremos

Cosas que no tendremos:

Las mañanas de abril largas de amor y sueño.
Las tardes de noviembre con lluvia interminable.
Las noches del verano tercamente estrelladas.
Todas las madrugadas dulcísimas de otoño.

Cosas que me he perdido:

No sabré del sabor de tu boca dormida.
No acunaré a tus hijos. No beberé tu vino.
No lloraré contigo viendo ningún ocaso.
No me amanecerá tu vientre entre las sábanas.

Tengo todo un tesoro de lagunas y ausencias,
un muestrario completo de páginas en blanco.

                                           Josefa Parra

jueves, 13 de octubre de 2011

Coplas por la muerte de su padre

Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando,
cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parecer,
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.

Pues si vemos lo presente
cómo en un punto se es ido
y acabado,
si juzgamos sabiamente,
daremos lo no venido
por pasado.
No se engañe nadie, no,
pensando que ha de durar
lo que espera,
más que duró lo que vio
porque todo ha de pasar
por tal manera.

Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar,
que es el morir;
allí van los señoríos
derechos a se acabar
y consumir;
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
y más chicos,
y llegados, son iguales
los que viven por sus manos
y los ricos.

                              Jorge Manrique

martes, 4 de octubre de 2011

A ras de tierra

Coger altura es hacer filosofía,
desterrar los objetos subjetivos.
Hacerse uno montaña
con tantas perspectivas
delimitando tu horizonte,
saber que puedes y no quieres
disparar por la espalda
o abrir nuevas pesquisas
incluyendo en ellas tu nombre:
son sólo consecuencias
de convivir entre nubes.
Imaginar el estado
que produce el exceso de verticalidad
invade tu mente de azules,
te desvela lo mirado,
te lanza directo al espacio,
saltas la territorialidad, borras las fronteras,
ganas altura y tomas distancia
de tantas cosas verdaderas…
…como, por ejemplo, saber que no me llamarás
después de medianoche
cuando sola se sostenga
la ideología de las palabras
a ras de tierra.

                    Juan Behekoa