martes, 27 de noviembre de 2012
Volver
Mi recuerdo eran imágenes,
en el instante, de ti:
esa expresión y un matiz
de los ojos, algo suave
en la inflexión de la voz,
y tus bostezos furtivos
de lebrel que ha maldormido
la noche en mi habitación.
Volver, pasados los años,
hacia la felicidad
-para verse y recordar
que yo también he cambiado.
Jaime Gil de Biedma
miércoles, 21 de noviembre de 2012
Belice
Belice
No, no evitarás,
que quiera largarme cuanto antes,
si cada vez, que me quiero ocultar,
tú me conviertes en gigante.
Me has llevado por corrientes de agua
que van a tus redes.
Y tus ojos son dos prismas devolviendo oscuridad.
No pretendas defenderte.
Te diré que no, no me convences.
Me quiero evaporar, entre la gente.
No, lo vas a negar.
Algunas bases no resisten.
Y un pulgar puede asfixiar.
Y a quien madruga… Díos no existe.
Ya puedes preguntar,
preguntar por ahí, o a los tuyos.
Si una gota colma el vaso,
Otras veces ya es el mar.
Y es el mar esta vez, ¿lo entiendes?
¿No ves que ya no, no me convences?
Me quiero evaporar, entre la gente.
Un día me iré, me iré de verdad.
No sé si me ves, del todo capaz.
De cambiar, nombre y edad, y si me encuentras decirte:
“¿De quién me estás hablando?”
No, no, no, no lo haré, jamás.
Me falta valor, o fuerza vital.
¿De qué me sirve salir de esta inmensa ciudad,
si de quien pretendo huir,
seguirá dentro de mí, y eres tú?
Eres tú. Si puedo escapar, es con la mente.
Love of Lesbian
Miss Contable
Aquellos a quienes añoramos,
¿por qué vuelven a entrar en nuestra vida?
¿Por qué no habitan para siempre
en el país sin noche de los sueños?
Aparecen,dicen breves palabras de amor
y con la voz de un extraño
hacen que se rompanuestro
corazón sin ruido...
MARTIN LOPEZ–VEGA
lunes, 5 de noviembre de 2012
Si...
Las palabras que me
abrasan la garganta
se hielan al tocar el aire y
nunca pasan la barrera de mis labios, de mis manos.
Te diría tantas cosas. No lo haré.
Si pudiera, te hablaría del día sin aire,
entre tu espalda y mi pared,
cuando me aferré a un hilo de corduraque se me rompió entre las manos
al mirar atrás. Pero no puedo.
Si pudiera contarte, no lo haré,
te contaría que malinterpreté un mapa de cristaly no llegué a tiempo a cerrar
la caja de los truenos. Ahora llueve.
Si quisiera explicarte, no quiero,
te diría que la tormenta no trae almohadas mudassino baches y mesas cojas
que sólo se calzan con contradicciones.
Te confesaría que mis sueños están de tu parte,
que tus labios sellan el amanecer en mi espalda,que a veces necesito tus palabras, a pesar de ti,
a pesar de mi.
Te diría que te recuerdo como quise soñarte,
como eras, porque eras sólo un sueñoque se rompió al traerlo a mi realidad.
Te diría que si no fueras lo que me pasa,
te lo contaría a ti. Pero no lo haré.
Roto
Roto
Solo, en medio de todo;
estar tan solo
como es posible,
mientras ellos vienen
muy despacio,
se agrupan,
ponen su campamento,
invaden,
talan,
hunden,
derriban las palabras
una a una,
se reparten mi vida,
poco a poco,
levantan su pared
golpe a golpe.
Después se van;
se marchan
lentamente,
pensando:
-Nunca podrás huir de todo lo que has perdido.
Tal vez tengan razón.
Tal vez es cierto.
Pero llega otro día,
el cielo quema
su cera azul encima de las casas;
yo regreso de todo lo que han roto,
busco entre lo que tiene
su propia luz,
encuentro
la mirada del hombre que ha soplado unas velas,
el limón que jamás es parte de la noche;
ato,
pongo de pie,
reúno los fragmentos,
me convierto en su suma.
Y todo vuelve
otra vez;
las palabras
llegan donde yo estoy;
son las palabras
perfectas,
las que tienen
mi propia forma,
ocupan cada hueco
y cierran cada herida.
Las palabras que valen para hacer estos versos
y sentarse a esperar que regresen los bárbaros.
Benjamín Prado
Solo, en medio de todo;
estar tan solo
como es posible,
mientras ellos vienen
muy despacio,
se agrupan,
ponen su campamento,
invaden,
talan,
hunden,
derriban las palabras
una a una,
se reparten mi vida,
poco a poco,
levantan su pared
golpe a golpe.
Después se van;
se marchan
lentamente,
pensando:
-Nunca podrás huir de todo lo que has perdido.
Tal vez tengan razón.
Tal vez es cierto.
Pero llega otro día,
el cielo quema
su cera azul encima de las casas;
yo regreso de todo lo que han roto,
busco entre lo que tiene
su propia luz,
encuentro
la mirada del hombre que ha soplado unas velas,
el limón que jamás es parte de la noche;
ato,
pongo de pie,
reúno los fragmentos,
me convierto en su suma.
Y todo vuelve
otra vez;
las palabras
llegan donde yo estoy;
son las palabras
perfectas,
las que tienen
mi propia forma,
ocupan cada hueco
y cierran cada herida.
Las palabras que valen para hacer estos versos
y sentarse a esperar que regresen los bárbaros.
Benjamín Prado
Suscribirse a:
Entradas (Atom)