lunes, 20 de julio de 2009


Un largo adiós

Qué perezoso día
que no quiere marcharse
hoy a su hora.
El sol,
ya tras la línea lúcida
del horizonte,
tira de él,
lo reclama.
Pero
los pájaros lo enredan
con su canto
en las ramas más altas,
y una brisa contraria
sostiene en vilo el polvo
dorado de su luz
sobre nosotros.

Sale la luna y sigue siendo el día.
La luz que era de oro ahora es de plata.

Otoño y otras luces, Ángel González




1969,
"...comprendí que al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver..."

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