Las palabras que me
abrasan la garganta
se hielan al tocar el aire y
nunca pasan la barrera de mis labios, de mis manos.
Te diría tantas cosas. No lo haré.
Si pudiera, te hablaría del día sin aire,
entre tu espalda y mi pared,
cuando me aferré a un hilo de corduraque se me rompió entre las manos
al mirar atrás. Pero no puedo.
Si pudiera contarte, no lo haré,
te contaría que malinterpreté un mapa de cristaly no llegué a tiempo a cerrar
la caja de los truenos. Ahora llueve.
Si quisiera explicarte, no quiero,
te diría que la tormenta no trae almohadas mudassino baches y mesas cojas
que sólo se calzan con contradicciones.
Te confesaría que mis sueños están de tu parte,
que tus labios sellan el amanecer en mi espalda,que a veces necesito tus palabras, a pesar de ti,
a pesar de mi.
Te diría que te recuerdo como quise soñarte,
como eras, porque eras sólo un sueñoque se rompió al traerlo a mi realidad.
Te diría que si no fueras lo que me pasa,
te lo contaría a ti. Pero no lo haré.
No hay comentarios:
Publicar un comentario