un lugar
no digo un espacio
hablo de
qué
hablo de lo que no es
hablo de lo que conozco
no el tiempo
sólo todos los instantes
no el amor
no
sí
no
un lugar de ausencia
un hilo de miserable unión.
Alejandra Pizarnik
lunes, 7 de noviembre de 2011
miércoles, 19 de octubre de 2011
Dejarse de palabras
Dejarse de pautas, de tiempos,
d’espectáculos vacíos…; dejarse
de tantas –incontables- conversaciones.
Dejarse de inequívocos que no son
ni los suficientes,
ni los adecuados,
y sólo traen –no pocas- equivocaciones.
Cesar de sustancia…
y comenzar a tender puentes
entre los cuerpos tan llenos de mi ausencia.
Adoptar una pose, un’actitud
de desidia.
Confundirse uno mismo con las mareas
hasta el punto
de ser un único movimiento
a la deriva;
y no sucederte distinto
a los meses y las semanas
que le quitan horas de luz al otoño
Pensarse un poco menos muy
poco a poco.
Llegar, incluso, a momentos
en que no te piensas si no es
como referencia.
Dejarse de todo
sin tomar nada a cambio,
pero dejarse: no más síntomas
con teorema, no más ensayos,
no más explicaciones
para los latidos
d’este diagrama.
Dejarse de pasados, dejarse de destinos.
Dejarse de palabras.
Juan Behekoa
d’espectáculos vacíos…; dejarse
de tantas –incontables- conversaciones.
Dejarse de inequívocos que no son
ni los suficientes,
ni los adecuados,
y sólo traen –no pocas- equivocaciones.
Cesar de sustancia…
y comenzar a tender puentes
entre los cuerpos tan llenos de mi ausencia.
Adoptar una pose, un’actitud
de desidia.
Confundirse uno mismo con las mareas
hasta el punto
de ser un único movimiento
a la deriva;
y no sucederte distinto
a los meses y las semanas
que le quitan horas de luz al otoño
Pensarse un poco menos muy
poco a poco.
Llegar, incluso, a momentos
en que no te piensas si no es
como referencia.
Dejarse de todo
sin tomar nada a cambio,
pero dejarse: no más síntomas
con teorema, no más ensayos,
no más explicaciones
para los latidos
d’este diagrama.
Dejarse de pasados, dejarse de destinos.
Dejarse de palabras.
Juan Behekoa
domingo, 16 de octubre de 2011
Cosas que no tendremos
Cosas que no tendremos:
Las mañanas de abril largas de amor y sueño.
Las tardes de noviembre con lluvia interminable.
Las noches del verano tercamente estrelladas.
Todas las madrugadas dulcísimas de otoño.
Cosas que me he perdido:
No sabré del sabor de tu boca dormida.
No acunaré a tus hijos. No beberé tu vino.
No lloraré contigo viendo ningún ocaso.
No me amanecerá tu vientre entre las sábanas.
Tengo todo un tesoro de lagunas y ausencias,
un muestrario completo de páginas en blanco.
Josefa Parra
Las mañanas de abril largas de amor y sueño.
Las tardes de noviembre con lluvia interminable.
Las noches del verano tercamente estrelladas.
Todas las madrugadas dulcísimas de otoño.
Cosas que me he perdido:
No sabré del sabor de tu boca dormida.
No acunaré a tus hijos. No beberé tu vino.
No lloraré contigo viendo ningún ocaso.
No me amanecerá tu vientre entre las sábanas.
Tengo todo un tesoro de lagunas y ausencias,
un muestrario completo de páginas en blanco.
Josefa Parra
jueves, 13 de octubre de 2011
Coplas por la muerte de su padre
Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando,
cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parecer,
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.
Pues si vemos lo presente
cómo en un punto se es ido
y acabado,
si juzgamos sabiamente,
daremos lo no venido
por pasado.
No se engañe nadie, no,
pensando que ha de durar
lo que espera,
más que duró lo que vio
porque todo ha de pasar
por tal manera.
Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar,
que es el morir;
allí van los señoríos
derechos a se acabar
y consumir;
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
y más chicos,
y llegados, son iguales
los que viven por sus manos
y los ricos.
Jorge Manrique
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando,
cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parecer,
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.
Pues si vemos lo presente
cómo en un punto se es ido
y acabado,
si juzgamos sabiamente,
daremos lo no venido
por pasado.
No se engañe nadie, no,
pensando que ha de durar
lo que espera,
más que duró lo que vio
porque todo ha de pasar
por tal manera.
Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar,
que es el morir;
allí van los señoríos
derechos a se acabar
y consumir;
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
y más chicos,
y llegados, son iguales
los que viven por sus manos
y los ricos.
Jorge Manrique
martes, 4 de octubre de 2011
A ras de tierra
Coger altura es hacer filosofía,
desterrar los objetos subjetivos.
Hacerse uno montaña
con tantas perspectivas
delimitando tu horizonte,
saber que puedes y no quieres
disparar por la espalda
o abrir nuevas pesquisas
incluyendo en ellas tu nombre:
son sólo consecuencias
de convivir entre nubes.
Imaginar el estado
que produce el exceso de verticalidad
invade tu mente de azules,
te desvela lo mirado,
te lanza directo al espacio,
saltas la territorialidad, borras las fronteras,
ganas altura y tomas distancia
de tantas cosas verdaderas…
…como, por ejemplo, saber que no me llamarás
después de medianoche
cuando sola se sostenga
la ideología de las palabras
a ras de tierra.
Juan Behekoa
desterrar los objetos subjetivos.
Hacerse uno montaña
con tantas perspectivas
delimitando tu horizonte,
saber que puedes y no quieres
disparar por la espalda
o abrir nuevas pesquisas
incluyendo en ellas tu nombre:
son sólo consecuencias
de convivir entre nubes.
Imaginar el estado
que produce el exceso de verticalidad
invade tu mente de azules,
te desvela lo mirado,
te lanza directo al espacio,
saltas la territorialidad, borras las fronteras,
ganas altura y tomas distancia
de tantas cosas verdaderas…
…como, por ejemplo, saber que no me llamarás
después de medianoche
cuando sola se sostenga
la ideología de las palabras
a ras de tierra.
Juan Behekoa
jueves, 15 de septiembre de 2011
miércoles, 14 de septiembre de 2011
Todavía una canción de amor
No te fíes si te juro que imposible,
no dudes de mi duda y mi quizás.
El amor es igual que un imperdible
perdido en la solapa del azar...
La luna toma el sol de madrugada,
"nunca jamás" quiere decir "tal vez".
La muerte es una amante despechada
que juega sucio y no sabe perder.
Estoy tratando de decirte que
me desespero de esperarte,
que no salgo a buscarte porque sé
que corro el riesgo de encontrarte;
que me sigo mordiendo noche y día
las uñas del rencor;
que te sigo debiendo todavía
una canción de amor.
No corras si te llamo de repente,
no te vayas si te digo "piérdete":
a menudo los labios más urgentes
no tienen prisa dos besos después.
Se aferra el corazón a lo perdido,
los ojos que no ven miran mejor.
Cantar es disparar contra el olvido,
vivir sin ti es dormir en la estación.
Estoy tratando de decirte que
me desespero de esperarte,
que no salgo a buscarte porque sé
que corro el riesgo de encontrarte;
que me sigo mordiendo noche y día
las uñas del rencor;
que te sigo debiendo todavía
una canción de amor...
Joaquín Sabina
http://www.youtube.com/watch?v=eyYoDCS4qPQ
no dudes de mi duda y mi quizás.
El amor es igual que un imperdible
perdido en la solapa del azar...
La luna toma el sol de madrugada,
"nunca jamás" quiere decir "tal vez".
La muerte es una amante despechada
que juega sucio y no sabe perder.
Estoy tratando de decirte que
me desespero de esperarte,
que no salgo a buscarte porque sé
que corro el riesgo de encontrarte;
que me sigo mordiendo noche y día
las uñas del rencor;
que te sigo debiendo todavía
una canción de amor.
No corras si te llamo de repente,
no te vayas si te digo "piérdete":
a menudo los labios más urgentes
no tienen prisa dos besos después.
Se aferra el corazón a lo perdido,
los ojos que no ven miran mejor.
Cantar es disparar contra el olvido,
vivir sin ti es dormir en la estación.
Estoy tratando de decirte que
me desespero de esperarte,
que no salgo a buscarte porque sé
que corro el riesgo de encontrarte;
que me sigo mordiendo noche y día
las uñas del rencor;
que te sigo debiendo todavía
una canción de amor...
Joaquín Sabina
http://www.youtube.com/watch?v=eyYoDCS4qPQ
martes, 13 de septiembre de 2011
Pasión
Salimos del amor
como de una catástrofe aérea
Habíamos perdido la ropa
los papeles
a mí me faltaba un diente
y a ti la noción del tiempo
¿Era un año largo como un siglo
o un siglo corto como un día?
Por los muebles
por la casa
despojos rotos:
vasos fotos libros deshojados
Éramos los sobrevivientes
de un derrumbe
de un volcán
de las aguas arrebatadas
y nos despedimos con la vaga sensación
de haber sobrevivido
aunque no sabíamos para qué.
Cristina Peri Rossi
como de una catástrofe aérea
Habíamos perdido la ropa
los papeles
a mí me faltaba un diente
y a ti la noción del tiempo
¿Era un año largo como un siglo
o un siglo corto como un día?
Por los muebles
por la casa
despojos rotos:
vasos fotos libros deshojados
Éramos los sobrevivientes
de un derrumbe
de un volcán
de las aguas arrebatadas
y nos despedimos con la vaga sensación
de haber sobrevivido
aunque no sabíamos para qué.
Cristina Peri Rossi
domingo, 4 de septiembre de 2011
Dar vueltas en la cama es perderse en el mundo
A veces los insomnios se comportan
como trenes pacíficos.
No viajan a la duda, no recorren
las estaciones del dolor, no insisten
en la daga obsesiva de la culpa,
no muerden el paisaje de lo que se ha perdido.
Para llamar al sueño
el optimismo escucha caracolas.
Un murmullo de almohada envuelve razons
del amor a la vida.
Ese primer paseo en alguna ciudad
que tiembla todavía en manos del viajero.
La luz del aire limpio después de haber querido
un pacto sin demonios
con la serenidad de los recuerdos.
Una puesta de sol en la Bahía
cuando el cielo se pierde como las aves rojas
que vuelan con sigilo a la oscuridad.
El desnudo paciente que nos cierra los ojos
para vivir por dentro una camisa.
El desnudo impaciente que nos abre las sábanas
y llega a convencernos de que a pesar de todo
es noble la mirada de este mundo imperfecto.
Una conversación donde ella me cuenta
las cosas de su día
antes de que yo cuente las horas de su noche.
La amistad, esa luna que rueda por el tiempo
y que brilla redonda hasta la madrugada.
El whisky inolvidable de los libros
y las conversaciones.
El viejo mar cansado que hace preguntas grises
y espera las respuestas azules que le damos
a cualquier inocente.
Los sueños que respiran junto a mi
sin pegarme codazos cuando se dan la vuelta.
Los sueños que hoy aprenden a dormir en mi cama
mientras sigo despierto.
Aquel rincón sin prisas en el río Genil
con un atardecer a precios populares
que llenó mi reloj de otoños y alamedas.
El agua lujuriosa de la ropa empapada,
el frío que persigue los pezones.
La ley de los borrachos,
las leyes del humor y la gravedad.
El nombre de mis hijos.
La humedad de la fruta y el orden alfabético.
El muchacho que vio la nieve pensativa
en la ventana de un poema.
El tigre que ha pasado por el puente de Brooklyn
para que se refleje su piel en los cristales
tardíos en Manhattan.
La rosa en duermevela del insomnio pacífico.
La loba con su amor innumerable
confundido en mi cuerpo.
Luis García Montero
como trenes pacíficos.
No viajan a la duda, no recorren
las estaciones del dolor, no insisten
en la daga obsesiva de la culpa,
no muerden el paisaje de lo que se ha perdido.
Para llamar al sueño
el optimismo escucha caracolas.
Un murmullo de almohada envuelve razons
del amor a la vida.
Ese primer paseo en alguna ciudad
que tiembla todavía en manos del viajero.
La luz del aire limpio después de haber querido
un pacto sin demonios
con la serenidad de los recuerdos.
Una puesta de sol en la Bahía
cuando el cielo se pierde como las aves rojas
que vuelan con sigilo a la oscuridad.
El desnudo paciente que nos cierra los ojos
para vivir por dentro una camisa.
El desnudo impaciente que nos abre las sábanas
y llega a convencernos de que a pesar de todo
es noble la mirada de este mundo imperfecto.
Una conversación donde ella me cuenta
las cosas de su día
antes de que yo cuente las horas de su noche.
La amistad, esa luna que rueda por el tiempo
y que brilla redonda hasta la madrugada.
El whisky inolvidable de los libros
y las conversaciones.
El viejo mar cansado que hace preguntas grises
y espera las respuestas azules que le damos
a cualquier inocente.
Los sueños que respiran junto a mi
sin pegarme codazos cuando se dan la vuelta.
Los sueños que hoy aprenden a dormir en mi cama
mientras sigo despierto.
Aquel rincón sin prisas en el río Genil
con un atardecer a precios populares
que llenó mi reloj de otoños y alamedas.
El agua lujuriosa de la ropa empapada,
el frío que persigue los pezones.
La ley de los borrachos,
las leyes del humor y la gravedad.
El nombre de mis hijos.
La humedad de la fruta y el orden alfabético.
El muchacho que vio la nieve pensativa
en la ventana de un poema.
El tigre que ha pasado por el puente de Brooklyn
para que se refleje su piel en los cristales
tardíos en Manhattan.
La rosa en duermevela del insomnio pacífico.
La loba con su amor innumerable
confundido en mi cuerpo.
Luis García Montero
sábado, 3 de septiembre de 2011
Morir en la orilla
Morir en la orilla es rozar
con la punta de los dedos
la estela que deja tu sombra
frente a mis labios.
Morir en la orilla es
dar esquinazo a los sueños,
resignarse al silencio,
dejar que la lluvia ahogue el deseo, tu voz.
Morir en la orilla es conformarse con haber nadado.
miércoles, 31 de agosto de 2011
De haberlo sabido
De haberlo sabido
no hubiera dado todo en un principio
no hubiera sido la noche en tu espalda
ni congelándote de frío.
De haberlo sabido
me hubiera ido sin decirte nada
no hubiera sido tan duro contigo
no hubiera habido corazón en la garganta
Peor que el olvido
fue frenar las ganas de verte otra vez
peor que el olvido
fue volverte a ver
Me sobran Motivos
pero me faltas tú sobre la cama
y ahora que las calles están llenas de bandidos
cuando necesito de tu madrugada
cuando ya te has ido
cuando me parte en dos de una tajada
no hubiera dudado en quedarme contigo
de haber sabido que no me esperabas
Peor que el olvido
fue frenar las ganas de verte otra vez
peor que el olvido fue volverte a ver.-
Quique González
http://www.youtube.com/watch?v=npCJ4H02sf4&feature=related
no hubiera dado todo en un principio
no hubiera sido la noche en tu espalda
ni congelándote de frío.
De haberlo sabido
me hubiera ido sin decirte nada
no hubiera sido tan duro contigo
no hubiera habido corazón en la garganta
Peor que el olvido
fue frenar las ganas de verte otra vez
peor que el olvido
fue volverte a ver
Me sobran Motivos
pero me faltas tú sobre la cama
y ahora que las calles están llenas de bandidos
cuando necesito de tu madrugada
cuando ya te has ido
cuando me parte en dos de una tajada
no hubiera dudado en quedarme contigo
de haber sabido que no me esperabas
Peor que el olvido
fue frenar las ganas de verte otra vez
peor que el olvido fue volverte a ver.-
Quique González
http://www.youtube.com/watch?v=npCJ4H02sf4&feature=related
viernes, 5 de agosto de 2011
El tiempo me recuerda
Recordar no es siempre regresar a lo que ha sido.
En la memoria hay algas que arrastran extrañas maravillas;
objetos que no nos pertenecen o que nunca flotaron.
La luz que recorre los abismos
ilumina años anteriores a mí, que no he vivido
pero recuerdo como ocurrido ayer.
Hacia mil novecientos
paseé por un parque que está en París -estaba-
envuelto por la bruma.
Mi traje tenía el mismo color de la niebla.
La luz era la misma de hoy
-setenta años después-
cuando la breve tormenta ha pasado
y a través de los cristales veo pasar la gente,
desde esta ventana tan cerca de las nubes.
En mis ojos parece llover
un tiempo que no es mío.
Julia Uceda
En la memoria hay algas que arrastran extrañas maravillas;
objetos que no nos pertenecen o que nunca flotaron.
La luz que recorre los abismos
ilumina años anteriores a mí, que no he vivido
pero recuerdo como ocurrido ayer.
Hacia mil novecientos
paseé por un parque que está en París -estaba-
envuelto por la bruma.
Mi traje tenía el mismo color de la niebla.
La luz era la misma de hoy
-setenta años después-
cuando la breve tormenta ha pasado
y a través de los cristales veo pasar la gente,
desde esta ventana tan cerca de las nubes.
En mis ojos parece llover
un tiempo que no es mío.
Julia Uceda
sábado, 30 de julio de 2011
Razones y motivos
Es porque todo pasa y nada queda
-salvo las palabras cicatrizadas,
una fecha de cumpleaños
y tu imagen entre otras
en una zona de vigilancia-,
es porque te miras fijamente en el espejo
y no consigues
no verte extraño
-otro, más cansado, o tanto
como tú-,
es porque ya no te quedan distritos
dentro d’esta ciudad
para empezar a construir recuerdos,
porque nos vemos lejanos, distintos
en todas las fotografías
que faltan de publicar.
Es porque nada de lo que digo
acaba de acercarse,
tanto como me gustaría,
a todo lo que significo.
Es porque el sol ya comienza
a tener ojeras. Porque redacto sin vacilar
nuevos contratos
y viejas deudas,
y porque dibujo los mismos emblemas
de colores apagados, sin brillo.
Porque sólo me veo trascendente
si te detienes y me preguntas
por qué soy un destino.
Juan Behekoa
-salvo las palabras cicatrizadas,
una fecha de cumpleaños
y tu imagen entre otras
en una zona de vigilancia-,
es porque te miras fijamente en el espejo
y no consigues
no verte extraño
-otro, más cansado, o tanto
como tú-,
es porque ya no te quedan distritos
dentro d’esta ciudad
para empezar a construir recuerdos,
porque nos vemos lejanos, distintos
en todas las fotografías
que faltan de publicar.
Es porque nada de lo que digo
acaba de acercarse,
tanto como me gustaría,
a todo lo que significo.
Es porque el sol ya comienza
a tener ojeras. Porque redacto sin vacilar
nuevos contratos
y viejas deudas,
y porque dibujo los mismos emblemas
de colores apagados, sin brillo.
Porque sólo me veo trascendente
si te detienes y me preguntas
por qué soy un destino.
Juan Behekoa
martes, 26 de julio de 2011
Nube Negra
Cuando busco el verano en un sueño vacío,
cuando te quema el frío si me coges la mano,
cuando la luz cansada tiene sombras de ayer,
cuando el amanecer es otra noche helada,
cuando juego mi muerte al verso que no escribo,
cuando sólo recibo noticias de la muerte,
cuando corta la espada de lo que ya no existe,
cuando deshojo el triste racimo de la nada.
Sólo puedo pedirte que me esperes
al otro lado de la nube negra,
allá donde no quedan mercaderes
que venden soledades de ginebra.
Al otro lado de los apagones,
al otro lado de la luna en quiebra,
allá donde se escriben las canciones
con humo blanco de la nube negra.
Cuando siento piedad por sentir lo que siento,
cuando no sopla el viento en ninguna ciudad,
cuando ya no se ama ni lo que se celebra,
cuando la nube negra se acomoda en mi cama,
cuando despierto y voto por el miedo de hoy,
cuando soy lo que soy en un espejo roto,
cuando cierro la casa porque me siento herido,
cuando es tiempo perdido preguntarme qué pasa.
Luis García Montero y Joaquín Sabina
cuando te quema el frío si me coges la mano,
cuando la luz cansada tiene sombras de ayer,
cuando el amanecer es otra noche helada,
cuando juego mi muerte al verso que no escribo,
cuando sólo recibo noticias de la muerte,
cuando corta la espada de lo que ya no existe,
cuando deshojo el triste racimo de la nada.
Sólo puedo pedirte que me esperes
al otro lado de la nube negra,
allá donde no quedan mercaderes
que venden soledades de ginebra.
Al otro lado de los apagones,
al otro lado de la luna en quiebra,
allá donde se escriben las canciones
con humo blanco de la nube negra.
Cuando siento piedad por sentir lo que siento,
cuando no sopla el viento en ninguna ciudad,
cuando ya no se ama ni lo que se celebra,
cuando la nube negra se acomoda en mi cama,
cuando despierto y voto por el miedo de hoy,
cuando soy lo que soy en un espejo roto,
cuando cierro la casa porque me siento herido,
cuando es tiempo perdido preguntarme qué pasa.
Luis García Montero y Joaquín Sabina
lunes, 25 de julio de 2011
Se descalzan los días
Se descalzan los días
para pasar de largo sin que nos demos cuenta.
Son casi despedidas, casi encuentros
-felices pero incómodos-
de cuerpos que se miran
y que aplazan la cita.
Aunque detrás,
suelen quedarnos huellas que no son los recuerdos.
De aquel jardín inculto yo conservo
el hombre que venía a desearte,
a caminar sin ti,
silvestre y solo.
Porque de ti le hablaban las adelfas,
con sus ramas difíciles como muchachas jóvenes,
y las palmeras altas igual que tu desnudo,
y aquel cielo corrido
que buscaba
la luz con que el amor te distingue los ojos.
No envejecemos nunca. Tal vez no envejecemos.
Y ahora puedo decírtelo,
cuando tú me recuerdas las adelfas,
y tu desnudo en arco dibuja una palmera,
y los ojos se nublan
sobre el jardín silvestre de los enamorados.
Tal vez no envejecemos. O es acaso que el tiempo
se quitó los tacones para no molestarnos.
O es acaso el deseo
que camina en los labios todavía descalzo.
Luis García Montero
para pasar de largo sin que nos demos cuenta.
Son casi despedidas, casi encuentros
-felices pero incómodos-
de cuerpos que se miran
y que aplazan la cita.
Aunque detrás,
suelen quedarnos huellas que no son los recuerdos.
De aquel jardín inculto yo conservo
el hombre que venía a desearte,
a caminar sin ti,
silvestre y solo.
Porque de ti le hablaban las adelfas,
con sus ramas difíciles como muchachas jóvenes,
y las palmeras altas igual que tu desnudo,
y aquel cielo corrido
que buscaba
la luz con que el amor te distingue los ojos.
No envejecemos nunca. Tal vez no envejecemos.
Y ahora puedo decírtelo,
cuando tú me recuerdas las adelfas,
y tu desnudo en arco dibuja una palmera,
y los ojos se nublan
sobre el jardín silvestre de los enamorados.
Tal vez no envejecemos. O es acaso que el tiempo
se quitó los tacones para no molestarnos.
O es acaso el deseo
que camina en los labios todavía descalzo.
Luis García Montero
Aquel calor
Si esta noche la sombra
cayó sobre la sombra,
y el silencio su sello puso
sobre labios ya mudos,
qué puede sorprenderte.
Si aquel calor es una historia antigua
y sus cenizas las esparce el viento.
Qué puede sorprenderte,
si ya tanto llovió sobre mojado.
Ángeles Mora
cayó sobre la sombra,
y el silencio su sello puso
sobre labios ya mudos,
qué puede sorprenderte.
Si aquel calor es una historia antigua
y sus cenizas las esparce el viento.
Qué puede sorprenderte,
si ya tanto llovió sobre mojado.
Ángeles Mora
viernes, 22 de julio de 2011
Tu metodología de textos comparados
No me pidas preguntas sin principio
ni final, inconexas
de todas las respuestas
que había preparado,
de todas las promesas –sin sentido-
que se cuestionan
tiritando certezas
que nunca te he dado.
No dejes que se sequen
los labios de la duda
con sólidas creencias
(no lo permitas);
no hagas
tantos crucigramas
con mi nombre,
sin mentiras.
No pronuncies
reflexiones en voz alta
para espacios huecos
de tus pensamientos con dilema
al cruzar de acera entre conversaciones
teñidas de veto,
de peticiones con estrategias indirectas
(a la contra es tu favorita)…
… conversaciones en las que todo
no es nada si lo comparas
con otras personas,
en otros lugares,
sin nuestros pasados
ni tu metodología
-no te rías, ya lo sabes-
de textos comparados.
Juan Behekoa
ni final, inconexas
de todas las respuestas
que había preparado,
de todas las promesas –sin sentido-
que se cuestionan
tiritando certezas
que nunca te he dado.
No dejes que se sequen
los labios de la duda
con sólidas creencias
(no lo permitas);
no hagas
tantos crucigramas
con mi nombre,
sin mentiras.
No pronuncies
reflexiones en voz alta
para espacios huecos
de tus pensamientos con dilema
al cruzar de acera entre conversaciones
teñidas de veto,
de peticiones con estrategias indirectas
(a la contra es tu favorita)…
… conversaciones en las que todo
no es nada si lo comparas
con otras personas,
en otros lugares,
sin nuestros pasados
ni tu metodología
-no te rías, ya lo sabes-
de textos comparados.
Juan Behekoa
jueves, 14 de julio de 2011
Espacios
El espacio que dejan las palabras
es como el abismo que nos une,
como el insomnio que mece mis noches
y llena los días de nudos.
Nola Gale
es como el abismo que nos une,
como el insomnio que mece mis noches
y llena los días de nudos.
Nola Gale
viernes, 8 de julio de 2011
Happy ending
Aunque la noche, conmigo,
no la duermas ya,
sólo el azar nos dirá
si es definitivo.Que aunque el gusto nunca más
vuelve a ser el mismo,
en la vida los olvidos
no suelen durar.
sábado, 25 de junio de 2011
Las personas y los océanos
Las personas y los océanos
comparten movimiento;
así s’explican las inundaciones
cada vez que te abandonas
en manos del tiempo
y comienzas a contar los años como estaciones,
algunos instantes pantanos, otros ríos,
y muchos como agua evaporada.
Los períodos se vuelven líquidos;
y, con ellos, tu ropa, sus madrugadas, las oraciones
que no dejaron escuchar las olas
cuando te acercabas oceánica
con todo el tiempo en tus aguas.
Parece que todas las semanas comienzan en stand by
y sólo terminan varios meses más tarde,
cuando ya no quedan huellas de humedad
y es agua estancada todo el almanaque.
Pero un día bajará la marea;
y el continente continuará en su sitio,
secándose el paso de la luna,
esperando un nuevo ciclo.
Juan Behekoa
jueves, 23 de junio de 2011
Lo peor del amor
Lo peor del amor cuando termina
son las habitaciones ventiladas,
el puré de reproches con sardinas,
las golondrinas muertas en la almohada.
Lo malo del después son los despojos
que embalsaman al humo de los sueños,
los teléfonos que hablan con los ojos,
el sístole sin diástole sin dueño.
Lo más ingrato es encalar la casa,
remendar las virtudes veniales,
condenar a la hoguera los archivos.
Lo peor del amor es cuando pasa,
cuando al punto final de los finales
no le quedan dos puntos suspensivos…
Joaquín Sabina
miércoles, 22 de junio de 2011
sábado, 18 de junio de 2011
La verdad no es un punto de partida
Si digo claridad con voz nocturna
y los amaneceres se contagian de tarde
no es que renuncie a nada, ni siquiera
sucede que me buscan las sombras de lo incierto.
Es que todo ha vivido hasta llegar a mi,
y conmigo se afirma,
como una copa llena, la rosada
complejidad del mundo.
No camino al dictado de una sola presencia.
El porvenir es largo igual que lo perdido.
En la palabra Sur puede caer la nieve.
El Norte ha congregado en su pupila
una lluvia de arena y un desierto.
Los síes de la boca
sirven para negar lo que afirmaba
el no de los naufragios,
y el mar es tan doméstico
que se parece a un beso en la cama del niño
destinado a soñar con la distancia.
Príncipe de la nada,
mendigo de las cosas, yo lo sé,
sincero como el tiempo de la búsqueda.
Todo es así más débil, más despacio,
menos seco en la rama de los árboles
y mucho menos amarillo.
La verdad no es un punto de partida
como piensan los puntos cardinales.
Por eso escribo para que me lean,
y cuido las palabras, y persigo
la realidad en sus significados,
y procuro en el orden de mis ojos,
en la prosa del mundo,
que el realismo del sur
nos cite en una plaza con palmeras,
que el norte no se olvide de la nieve
y tú me digas sí
para venir conmigo.
Luis García Montero, Un invierno propio.
y los amaneceres se contagian de tarde
no es que renuncie a nada, ni siquiera
sucede que me buscan las sombras de lo incierto.
Es que todo ha vivido hasta llegar a mi,
y conmigo se afirma,
como una copa llena, la rosada
complejidad del mundo.
No camino al dictado de una sola presencia.
El porvenir es largo igual que lo perdido.
En la palabra Sur puede caer la nieve.
El Norte ha congregado en su pupila
una lluvia de arena y un desierto.
Los síes de la boca
sirven para negar lo que afirmaba
el no de los naufragios,
y el mar es tan doméstico
que se parece a un beso en la cama del niño
destinado a soñar con la distancia.
Príncipe de la nada,
mendigo de las cosas, yo lo sé,
sincero como el tiempo de la búsqueda.
Todo es así más débil, más despacio,
menos seco en la rama de los árboles
y mucho menos amarillo.
La verdad no es un punto de partida
como piensan los puntos cardinales.
Por eso escribo para que me lean,
y cuido las palabras, y persigo
la realidad en sus significados,
y procuro en el orden de mis ojos,
en la prosa del mundo,
que el realismo del sur
nos cite en una plaza con palmeras,
que el norte no se olvide de la nieve
y tú me digas sí
para venir conmigo.
Luis García Montero, Un invierno propio.
lunes, 13 de junio de 2011
Amaneció sin querer
Amaneció sin querer,
y con la luz fuimos dos sombras,
amaneció sin querer,
y con la luz lo vimos claro.
Pronto nos dio la hora,
pronto se hizo temprano,
pronto quedaron todas las calles cuesta abajo.
Se apagaron las farolas,
que alumbraron nuestros pasos.
Partió la noche,
y el horizonte se quedó en tierra.
Partió la noche,
y el sol borró el brillo de las estrellas.
Amaneció sin querer,
y no nos dio tiempo a otra ronda.
Amaneció sin querer,
murió la flor,
prendió su aroma.
Rompió la aurora el hechizo,
rodó La Luna redonda.
Eramos nosotros mismos,
vistiendo la misma ropa.
Eramos nosotros mismos,
pero la luz ya era otra.
Rompió la aurora el hechizo,
rodó La Luna redonda.
Eramos nosotros mismos,
vistiendo la misma ropa.
Eramos nosotros mismos,
pero la luz ya era otra.
Partió la noche,
y el horizonte se quedó en tierra.
Partió la noche,
y el sol borró el brillo de las estrellas.
Amaneció sin querer,
y con la luz fuimos dos sombras.
Eramos nosotros mismos,
vistiendo la misma ropa.
Eramos nosotros mismos,
pero luz... ya era otra.
Toni Zenet
y con la luz fuimos dos sombras,
amaneció sin querer,
y con la luz lo vimos claro.
Pronto nos dio la hora,
pronto se hizo temprano,
pronto quedaron todas las calles cuesta abajo.
Se apagaron las farolas,
que alumbraron nuestros pasos.
Partió la noche,
y el horizonte se quedó en tierra.
Partió la noche,
y el sol borró el brillo de las estrellas.
Amaneció sin querer,
y no nos dio tiempo a otra ronda.
Amaneció sin querer,
murió la flor,
prendió su aroma.
Rompió la aurora el hechizo,
rodó La Luna redonda.
Eramos nosotros mismos,
vistiendo la misma ropa.
Eramos nosotros mismos,
pero la luz ya era otra.
Rompió la aurora el hechizo,
rodó La Luna redonda.
Eramos nosotros mismos,
vistiendo la misma ropa.
Eramos nosotros mismos,
pero la luz ya era otra.
Partió la noche,
y el horizonte se quedó en tierra.
Partió la noche,
y el sol borró el brillo de las estrellas.
Amaneció sin querer,
y con la luz fuimos dos sombras.
Eramos nosotros mismos,
vistiendo la misma ropa.
Eramos nosotros mismos,
pero luz... ya era otra.
Toni Zenet
lunes, 6 de junio de 2011
LO QUE OCURRE EN LAS NUBES, OCURRE TAMBIÉN
No te voy a pedir el corazón que llevas
escondido debajo de tu ropa de invierno.
Solamente esperaba, como leña reunida,
para arder en el fuego que calienta tus manos.
Quiero entender tu noche, tu sed, tus libramientos,
tu vivir en las sílabas que componen tu nombre,
tu quedarte dormida, tu me voy a la cama,
tu silencio acostado, mi silencio acostado,
las cosas que me pasan cuando sueñas conmigo.
Luis García Montero,
Un invierno propio
escondido debajo de tu ropa de invierno.
Solamente esperaba, como leña reunida,
para arder en el fuego que calienta tus manos.
Quiero entender tu noche, tu sed, tus libramientos,
tu vivir en las sílabas que componen tu nombre,
tu quedarte dormida, tu me voy a la cama,
tu silencio acostado, mi silencio acostado,
las cosas que me pasan cuando sueñas conmigo.
Luis García Montero,
Un invierno propio
domingo, 22 de mayo de 2011
No rechaces los sueños por ser sueños...
No rechaces los sueños por ser sueños.
Todos los sueños pueden
ser realidad, si el sueño no se acaba.
La realidad es un sueño. Si soñamos
que la piedra es la piedra, eso es la piedra.
Lo que corre en los ríos no es un agua,
es un soñar, el agua, cristalino.
La realidad disfraza
su propio sueño, y dice:
”Yo soy el sol, los cielos, el amor.”
Pero nunca se va, nunca se pasa,
si fingimos creer que es más que un sueño.
Y vivimos soñándola. Soñar
es el modo que el alma
tiene para que nunca se le escape
lo que se escaparía si dejamos
de soñar que es verdad lo que no existe.
Sólo muere
un amor que ha dejado de soñarse
hecho materia y que se busca en tierra.
Pedro Salinas
Todos los sueños pueden
ser realidad, si el sueño no se acaba.
La realidad es un sueño. Si soñamos
que la piedra es la piedra, eso es la piedra.
Lo que corre en los ríos no es un agua,
es un soñar, el agua, cristalino.
La realidad disfraza
su propio sueño, y dice:
”Yo soy el sol, los cielos, el amor.”
Pero nunca se va, nunca se pasa,
si fingimos creer que es más que un sueño.
Y vivimos soñándola. Soñar
es el modo que el alma
tiene para que nunca se le escape
lo que se escaparía si dejamos
de soñar que es verdad lo que no existe.
Sólo muere
un amor que ha dejado de soñarse
hecho materia y que se busca en tierra.
Pedro Salinas
martes, 17 de mayo de 2011
En el día das Letras Galegas
Tristemente convivo coa túa ausencia
sobrevivo á distancia que nos nega
mentres bordeo a fronteira entre dous mundos
sen decidir cal deles pode darme
a calma que me esixo para amarte
sen sufrir pola túa indiferencia
a miña retirada preventiva
dunha batalla que xa sei perdida
resolto a non entrar xamais en ti
pero non á tortura de evitarte.
Lois Pereiro
sobrevivo á distancia que nos nega
mentres bordeo a fronteira entre dous mundos
sen decidir cal deles pode darme
a calma que me esixo para amarte
sen sufrir pola túa indiferencia
a miña retirada preventiva
dunha batalla que xa sei perdida
resolto a non entrar xamais en ti
pero non á tortura de evitarte.
Lois Pereiro
viernes, 13 de mayo de 2011
Sin frenar en las curvas
Sin frenar en las curvas,
siendo franco con uno mismo,
manteniendo la misma velocidad
que describía tu trayectoria
cuando aún era visible el camino
y observabas tu futuro más cercano, predecible,
cómo se acercaba, abriéndose
para ti a cada paso, obligando al horizonte
a pensarse en expansión, un ser en movimiento o una frecuencia
que dejó el dibujo de tu latido
e hizo del tiempo
tu propio instinto
de supervivencia;
…y en el preciso instante
en que comenzábamos
frenéticos a tomar la curva
tú me preguntaste
por la posición del sol,
“ya sé lo que insinúas”, te contesté,
hice los ajustes necesarios al cinturón
y te diste cuenta que ya era tarde para intentar reconocer
las sombras de las formas. Juan Behekoa
miércoles, 13 de abril de 2011
Aunque tú no lo sepas
Como la luz de un sueño,
que no raya en el mundo pero existe,
así he vivido yo
iluminado
esa parte de ti que no conoces,
la vida que has llevado junto a mis pensamientos...
Y aunque tú no lo sepas, yo te he visto
cruzar la puerta sin decir que no,
pedirme un cenicero, curiosear los libros,
responder al deseo de mis labios
con tus labios de whisky,
seguir mis pasos hasta el dormitorio.
También hemos hablado
en la cama, sin prisa, muchas tardes
esta cama de amor que no conoces,
la misma que se queda
fría cuanto te marchas.
Aunque tú no lo sepas te inventaba conmigo,
hicimos mil proyectos, paseamos
por todas las ciudades que te gustan,
recordamos canciones, elegimos renuncias,
aprendiendo los dos a convivir
entre la realidad y el pensamiento.
Espiada a la sombra de tu horario
o en la noche de un bar por mi sorpresa.
Así he vivido yo,
como la luz del sueño
que no recuerdas cuando te despiertas.
Luis García Montero
que no raya en el mundo pero existe,
así he vivido yo
iluminado
esa parte de ti que no conoces,
la vida que has llevado junto a mis pensamientos...
Y aunque tú no lo sepas, yo te he visto
cruzar la puerta sin decir que no,
pedirme un cenicero, curiosear los libros,
responder al deseo de mis labios
con tus labios de whisky,
seguir mis pasos hasta el dormitorio.
También hemos hablado
en la cama, sin prisa, muchas tardes
esta cama de amor que no conoces,
la misma que se queda
fría cuanto te marchas.
Aunque tú no lo sepas te inventaba conmigo,
hicimos mil proyectos, paseamos
por todas las ciudades que te gustan,
recordamos canciones, elegimos renuncias,
aprendiendo los dos a convivir
entre la realidad y el pensamiento.
Espiada a la sombra de tu horario
o en la noche de un bar por mi sorpresa.
Así he vivido yo,
como la luz del sueño
que no recuerdas cuando te despiertas.
Luis García Montero
jueves, 7 de abril de 2011
Incredulidad
No era
posible,
no es posible
que todo el calor del mundo
haya cobrado la forma de tu cuerpo
tendido e irradiante junto al mío,
no es posible tu cuello
girando sobre la almohada lentamente
como fanal de dicha,
tanta fructificación no es
posible, tan alta primavera
desbordando tus pechos y tus manos
hasta inundar todas las alcobas de mi vida,
no es posible el latido de tu sueño
cuando convoca
paisajes como caricias, dédalos susurrados
de fraternidad y auxilio y maravilla,
no es posible la paz de tu vientre rubio
si te busco debajo de las sábanas.
Desnuda no eres posible. Junto a mí, no es posible
Eres lo más real y no es posible.
Jorge Riechmann
posible,
no es posible
que todo el calor del mundo
haya cobrado la forma de tu cuerpo
tendido e irradiante junto al mío,
no es posible tu cuello
girando sobre la almohada lentamente
como fanal de dicha,
tanta fructificación no es
posible, tan alta primavera
desbordando tus pechos y tus manos
hasta inundar todas las alcobas de mi vida,
no es posible el latido de tu sueño
cuando convoca
paisajes como caricias, dédalos susurrados
de fraternidad y auxilio y maravilla,
no es posible la paz de tu vientre rubio
si te busco debajo de las sábanas.
Desnuda no eres posible. Junto a mí, no es posible
Eres lo más real y no es posible.
Jorge Riechmann
domingo, 27 de marzo de 2011
Donde habite el olvido
"Y la vida siguió,
como siguen las cosas que no tienen mucho sentido."
Joaquín Sabina
Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora;
Donde yo sólo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.
Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.
En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.
Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,
Sometiendo a otra vida su vida,
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.
Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.
Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido
Luis Cernuda
como siguen las cosas que no tienen mucho sentido."
Joaquín Sabina
Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora;
Donde yo sólo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.
Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.
En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.
Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,
Sometiendo a otra vida su vida,
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.
Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.
Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido
Luis Cernuda
sábado, 26 de marzo de 2011
Desde nunca te quiero y para siempre
Desde nunca te quiero y para siempre,
desde todo y quizá y para siempre,
desde el rotundo rayo que sube por la acequia de las horas
al látigo crecido en mis pupilas ponientes,
veloz mi voz, mi viento:
vértigo de desembocadura
y el más ingrato delta para acabar el viaje.
Hasta la nada espero,
hasta lo lejos de la memoria inútil y el cráter sin crepúsculo,
hasta la duda embriagada de rótulos celestes,
en la fiebre y la luna imantada de agosto.
Amalia Iglesias
desde todo y quizá y para siempre,
desde el rotundo rayo que sube por la acequia de las horas
al látigo crecido en mis pupilas ponientes,
veloz mi voz, mi viento:
vértigo de desembocadura
y el más ingrato delta para acabar el viaje.
Hasta la nada espero,
hasta lo lejos de la memoria inútil y el cráter sin crepúsculo,
hasta la duda embriagada de rótulos celestes,
en la fiebre y la luna imantada de agosto.
Amalia Iglesias
sábado, 19 de marzo de 2011
A dieta
Me acosté sin cenar, y aquella noche
soñé que te comía el corazón.
Supongo que sería por el hambre.Mientras yo devoraba aquella fruta,
que era dulce y amarga al mismo tiempo,
tú me besabas con los labios fríos,
más fríos y más pálidos que nunca.
Supongo que sería por la muerte.
Amalia Bautista
sábado, 12 de marzo de 2011
Ser
Quiero ser lo que era cuando era contigo
y juntos no éramos nada;
cuando girábamos en sentido conrario
a una realidad que sin nosotros era, estaba;
cuando el aire no podía llevarse las palabras
que nos golpeaban la garganta;
cuando no podíamos ser
pero siempre seríamos.
Nola Gale
y juntos no éramos nada;
cuando girábamos en sentido conrario
a una realidad que sin nosotros era, estaba;
cuando el aire no podía llevarse las palabras
que nos golpeaban la garganta;
cuando no podíamos ser
pero siempre seríamos.
Nola Gale
jueves, 10 de marzo de 2011
El lugar del crimen
Más allá de la sombra
te delatan tus ojos,
y te adivino tersa,
como un mapa extendido
de asombro y de deseo.
Date por muerta
amor,
es un atraco.
Tus labios o la vida.
Luis García Montero
te delatan tus ojos,
y te adivino tersa,
como un mapa extendido
de asombro y de deseo.
Date por muerta
amor,
es un atraco.
Tus labios o la vida.
Luis García Montero
miércoles, 19 de enero de 2011
Dedicatoria
La literatura nos separó: todo lo que supe de ti
lo aprendí en los libros
y a lo que faltaba,
yo le puse palabras.
Cristina Peri Rossi
lo aprendí en los libros
y a lo que faltaba,
yo le puse palabras.
Cristina Peri Rossi
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